El ex-falangista alcalde de Torremolinos miente vergonzosamente sobre Blas Infante

CONVIERTE EL DISCURSO INSTITUCIONAL DEL DÍA DE ANDALUCÍA EN UN MITIN POLÍTICO

Blas Infante.

A Blas Infante lo fusilaron los falangistas el 11 de agosto de 1936, sin juicio ni sentencia. Cuatro años más tarde, el Tribunal de Responsabilidades Políticas le condenó a muerte al considerarlo, entre otras cosas, «propagandista de un partido andalucista o regionalista andaluz».

El 28 de febrero de 2015, durante el acto institucional del Día de Andalucía, el alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes (PP), ex-falangista que llegó a ser Consejero Local del Movimiento por Málaga y que nunca ha renegado de su pasado franquista, tuvo la poca vergüenza de asegurar que

«tanto el Partido Socialista como los demás partidos a su izquierda sólo quieren a Blas Infante para rentabilizar políticamente su trágica muerte, pero nada más».

Nótese el matiz de llamar «trágica muerte» a un asesinato, que no es banal. Viene a ser como llamar «lamentable pérdida» al asesinato de García Lorca «por rojo y maricón» o «confortables vacaciones en la costa francesa» al exilio sufrido por Antonio Machado.

Pero el ex-falangista que tan orgulloso está de su pasado no duda en explicar porqué el PSOE y los partidos a su izquierda rentabilizan políticamente esa trágica muerte:

«El antinacionalismo de Blas Infante les rompe el discurso de una España Federal (…)».

Como Fernández Montes no es un ignorante, solo cabe deducir que miente como un bellaco cuando también afirma que Blas Infante

«veía los nacionalismos como un gran peligro».

Mesa de la Asamblea Autonomista de Ronda, de 1918, presidida por Blas Infante.

Blas Infante, considerado oficialmente «Padre de la Patria Andaluza», fue precisamente uno de los firmantes del «Manifiesto de la Nacionalidad», manifiesto andalucista redactado en Córdoba en 1919. Son solo nueve páginas, la mayoría de ellas tan actuales entonces como ahora, por lo que recomiendo su lectura íntegra (el enlace, AQUÍ). En cualquier caso, las siguientes frases están extraídas de ese manifiesto:

«Declarémonos separatistas de este Estado que (…) conculca sin freno los fueros de justicia y libertad».

«Los verdaderos separatistas son los que esparcen recelos con relación a pueblos vivos como Cataluña o Vasconia. ¿Qué diríais de un individuo o de un pueblo que afirmara su voluntad de vivir, de regir su patrimonio, de usar su propia lengua (…)? ¿Ibais a ser tan dementes que llamaseis al individuo o pueblo que así obrara egoísta, criminal o antisolidario? Pues eso hacen hoy los centralistas con las regiones que quieren desarrollar su propia vida fuera de la acción negadora de un Estado incapaz».

«Andaluces: Andalucía es una nacionalidad porque una común necesidad invita a todos sus hijos a luchar juntos por su común redención».

«Queremos hacer efectiva (…) una Democracia Soberana y Autónoma» para Andalucía.

«Queremos libertad porque los poderes centrales jamás resolverán nuestros urgentes problemas».

«Amamos la hermandad con todas las nacionalidades peninsulares, incluso Portugal, que sólo formarán con las demás un potente supernación cuando todas ellas sean libres dentro de la unidad (…). Libertad y Federación».

«La España uniformista nació muerta porque se fundó sobre la negación de los jugos vitales privativos de las nacionalidades hispanas».

¿De dónde saca este alcalde que Blas Infante «veía los nacionalismos como un gran peligro»? ¿Cómo puede asegurar en pleno Día de Andalucía que «les rompe el discurso de una España federal» sin que se le caiga la cara de vergüenza?

Chiste cogido de internet.

En cualquier caso, este alcalde ex-falangista parece olvidar que él mismo es muy nacionalista: nacionalista español. Entre las varias clasificaciones de los nacionalismos, la más típica es la que cataloga a unos como centralistas y a otros como periféricos. En el caso de España, el centralista sería el nacionalismo español y los periféricos el catalán y el vasco, principalmente.

El nacionalismo de Blas Infante es de otro tipo: es culto, humanista y de izquierdas. No nace de declarar la superioridad de un pueblo sobre otro, ni de egoísmos económicos, y no es separatista: es federalista. En las citas de arriba se explica: Blas Infante quería una Hispania republicana y federal, incluyendo a Portugal en ella.

Y era claramente de izquierdas. Estas citas son solo unos ejemplos (en el manifiesto hay más):

«Aspiramos a absorber en beneficio de la comunidad municipal el valor social del suelo, negando su propiedad privada».

«Queremos establecer el sistema de democracias puras suizo, consagrando el derecho de petición y las iniciativas de los vecinos».

«Queremos dignificar a la mujer esclavizada (…)».

Por su nacionalismo bien entendido, por su confianza en la república y la federación, por su defensa de las libertades y de la igualdad, por su apoyo a jornaleros y obreros y a la mujer, por su profundo respeto a la democracia avanzada, las personas de bien y los partidos de izquierdas recuerdan cada año a Blas Infante. Y por eso mismo, los herederos políticos de quienes lo asesinaron se quedan sólo con la parte folclórica de Andalucía e intentan manipular su mensaje, tan actual hoy como antaño.

David Tejeiro
Coordinador IU Torremolinos